jueves, 11 de diciembre de 2014

LA SALCHICHERA (CRÓNICA)

Las salchipapas ricas pero no nutritivas
                                         LA SALCHIPAPERA  ROSA
Científicos concuerdan que es una de las comidas más dañinas


Era la tarde del viernes 29 de agosto, me dirijo a la casa de la señora Rosa Gómez de 52 años. Ubicada al frente de Tottus de Campoy por la noche ella vende hamburguesas y salchipapas. Pero nos vamos a centrar en la salchipapa.

Al llegar me recibe muy amablemente y me doy cuenta de que goza de 2 hijos uno de 14 y otro de 6. Al empezar a anochecer la señora Rosa prepara su carrito,  los panes, corta varia papas con ayuda de su hijo, entre otras cosas. Parecía un chef profesional ya que corta rápido y preciso.

Posee un carrito entregado por la municipalidad, con varios compartimientos como un lugar para poner el gas, freír las  papas, para poder tener ordenadamente las cremas, los panes, los platos y demás. Su carrito salchipapero está muy bien cuidado, además pone un tacho de basura al costado cuando empieza a vender.
En la noche salimos a iniciar la venta. No tarda en llegar la gente como hormigas al  dulce. Mucho antes de lleguen, la señora Rosa puso una cantidad generosa de papas y rodajas de salchichas a freír. El aceite fue utilizado por primera vez, por segunda, por tercera, por cuarta y luego por quinta vez. Fue ahí donde me di cuenta que reutilizaba el aceite pero nadie se daba cuenta, lo ignoraba.
Su salchipapa se veían apetitosas, abundantes papas, rodajas de salchipapas, bañadas de salsas (demasiada grasa en una sola comida). Desde ese momento soy más precavido y también sean lo ustedes. No culpo a la señora Rosa por lo que hace porque lo hace por necesidad para mantener dos hijos. La señora Rosa me dijo: “Es mi único ingreso monetario diario, con esto mantengo a mis hijos y les doy lo mejor que les puedo dar. Mi esposo me dejo cuando se dio cuenta que estaba embarazada, es mi único trabajo y de esto vivo...” 

La situación de la señora Rosa es inquietante; mantienen a su familia ella sola. Volviendo a la venta se estima una ganancia diaria de más de 100 soles, en una buena noche de ardua venta. Lo que le alcanza para abastecerse, cocinar y comprar víveres. Una vez acabada la venta le dije: “Señora admiro su trabajo de madre soltera pero usted pone en riesgo la salud de sus clientes por el hecho de reutilizar demasiadas veces el aceite.”
Le ofreceré a la señora Rosa una buena opción o llamémoslo un acuerdo que la beneficiara a ella y a sus clientes. Le dije lo siguiente: “Yo le daré una muy buena publicidad, afirmare que usted usa ingredientes de calidad; sin embargo, debe prometerme no reutilizar el aceite. Usted con la ayuda que le daré tendrá más clientes; por lo tanto, el dinero le será suficiente para comprar más aceite y otros productos. ¿Qué le parece?
Luego de la vista a la señora Rosa, ella gana mucho dinero y además no reutiliza aceite .Le va muy bien en su negocio y así como ella les da a sus clientes que la frecuentan un mejor producto todos los demás vendedores también deben hacerlo. Espero les sirva de reflexión esta admirable historia.

Créditos:
Redacción: Guzmán Reyes
Imágenes: Guzmán Reyes
Entrevista: Araujo Muga


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